Yo nací con las orejas desabrochadas, me lo ha contado mi madre. Era feíta pero graciosa. En su particular afán de perfección —que yo he heredado y tuneado hasta la náusea—, mi progenitora solía acostarme enfundada en el gorrito dominical de Laura Ingells para evitar que mis orejillas se disparasen.
Feíta pero graciosa
abril 11, 2010Hello world!
abril 11, 2010Welcome to WordPress.com. This is your first post. Edit or delete it and start blogging!